miércoles, 2 de febrero de 2011

Respiracion


Despiertos o dormidos, no tenemos que pensar en respirar: es tan necesario para vivir que se hace automáticamente. Cada día, respiramos aproximadamente 20.000 veces, y para cuando tengamos 70 años habremos aspirado al menos 600 millones de veces.
La respiración no podría producirse sin la ayuda del sistema respiratorio.
Cada vez que respiramos, tomamos aire rico en oxígeno por la nariz y la boca, y los pulmones se llenan y se vacían. Y aunque el aire que respiramos esté sucio o contaminado, nuestro sistema respiratorio puede defenderse de las sustancias y organismos extraños que penetran por la nariz y la boca. Los contaminantes se exhalan de nuevo, se tosen, se tragan, salen por los intestinos o son destruidos por los jugos gástricos o devorados por los macrófagos, un tipo de célula de la sangre que recorre el cuerpo buscando gérmenes para destruirlos.
Si no respirásemos, no podríamos vivir. Es una de las funciones más importantes que el cuerpo desempeña.
En la parte superior del sistema respiratorio, los orificios nasales (también denominados narinas) toman el aire, llevándolo a la nariz, donde el mismo se entibia y humidifica. Los pequeños vellos, denominados cilios, protegen los conductos nasales y otras partes del tracto respiratorio, filtrando el polvo y otras partículas que entran a la nariz a través del aire que respiramos.
El aire también puede inhalarse por la boca. Estas dos aberturas de la vía respiratoria (la cavidad nasal y la boca) se unen en la faringe, o garganta, en la parte posterior de la nariz y la boca. La faringe es parte del sistema digestivo y del sistema respiratorio porque transporta tanto alimento como aire.
En la base de la faringe, este conducto se divide en dos, uno para el alimento (el esófago, que llega hasta el estómago) y el otro para el aire. La epiglotis, una pequeña lengüeta de tejido, cubre el conducto del aire cuando tragamos, evitando que la comida y el líquido penetren en los pulmones.
La laringe, o caja de la voz, es la parte superior del conducto del aire.
Este pequeño tubo contiene un par de cuerdas vocales que vibran para producir sonidos. La tráquea se extiende hacia abajo desde la base de la laringe. Parte de ella lo hace por el cuello y parte, por la cavidad torácica. Las paredes de la tráquea están reforzadas con rígidos anillos cartilaginosos que la mantienen abierta. La tráquea también está revestida de cilios, que eliminan los fluidos y las partículas extrañas que hay en la vía respiratoria para que no entren en los pulmones.
En su extremo inferior, la tráquea se divide a izquierda y derecha en conductos de aire denominados bronquios, que están conectados a los pulmones. En el interior de los pulmones, los bronquios se ramifican en bronquios más pequeños e incluso en conductos más pequeños denominados bronquiolos. Los bronquiolos terminan en minúsculas bolsas de aire denominadas alvéolos, donde tiene lugar el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. Cada pulmón alberga alrededor de unos 300 ó 400 millones de alvéolos. Los pulmones también contienen tejidos elásticos que les permiten inflarse y desinflarse sin perder la forma, y están cubiertos de una membrana denominada pleura. Esta red de alvéolos, bronquiolos y bronquios se conoce como árbol bronquial.
La cavidad torácica, o tórax, es una caja hermética que alberga el árbol bronquial, los pulmones, el corazón y otras estructuras. Las costillas y los músculos anexos forman la parte superior y los costados del tórax; la parte inferior está formada por un músculo de gran tamaño denominado diafragma. Las paredes torácicas forman una caja protectora alrededor de los pulmones y otros contenidos de la cavidad torácica. El diafragma, que separa el pecho del abdomen, juega un papel muy importante en la respiración. Se mueve hacia abajo cuando inhalamos, aumentando la capacidad de la cavidad torácica cuando tomamos aire por la nariz y la boca. Cuando exhalamos, el diafragma se mueve hacia arriba, lo que hace que la cavidad torácica reduzca su tamaño y los gases de los pulmones suban y salgan por la nariz y la boca.

lunes, 31 de enero de 2011

Enfermedades del aparato respiratorio

El neumotoráx es la entrada de aire en el espacio pleural, que produce el despegamiento de las capas parietal y visceral, provocando la compresión y el colapso del parénquima pulmonar.


CAUSAS:

Por causa espontánea, en jóvenes sanos (ruptura de bullas apicales) o en pacientes con EPOC.
Por causa traumática, por traumatismo abierto o cerrado.

Hipertensivo, cuando, por un mecanismo valvular, el aire penetra en el espacio pleural durante la inspiración y queda retenido durante la espiración.

Catamenial, en mujeres jóvenes en relación con la menstruación.


SINTOMATOLOGÍA:

La repercusión clínica depende de la reserva ventilatoria del paciente y del grado de colapso pulmonar consecutivo a la entrada de aire en la cavidad pleural.

Generalmente, presenta dolor tipo punta de costado, disnea (dificultad para respirar), tos seca, sudoración, taquicardia y palidez.

Si la afectación es grave, puede haber cianosis y shock.


DIAGNÓSTICO:

Se confirma con una radiografía de tórax. Raramente se necesita hacer radiografías en espiración para visualizar la cámara de neumotórax.


TRATAMIENTO:

Los neumotórax espontáneos pequeños, sin afectación ventilatoria sólo requieren reposo y observación y los de mayor tamaño o los asociados a afectación respiratoria requieren drenaje torácico.

Para evitar recidivas, puede ser necesario el tratamiento quirúrgico por videotoracoscopia (resección de pequeñas bullas subpleurales, blebs) y la fusión química de las hojas pleurales (pleurodesis).

El neumotórax a tensión es una emergencia y, ante su sospecha, debe iniciarse la administración de oxígeno y procederse a equilibrar las presiones, sin esperar la confirmación radiográfica. Para ello, se inserta una aguja de calibre grueso en el segundo espacio intercostal. La salida de aire confirma el diagnóstico y debe dejarse abierta al aire hasta que se coloque un tubo de drenaje permanente.


La neumonía es un proceso infeccioso del tejido pulmonar en el que los gérmenes invaden el pulmón por aspiración de microorganismos que colonizan la orofaringe, o por vía sanguínea a través de un foco no pulmonar, o por contigüidad.

La infección supone el fallo de los mecanismo de defensa (movimiento ciliar, secreción de moco, respuesta inmunitaria, etc.) o de una cantidad de microorganismos muy alta.


CAUSAS:

En los adultos, los gérmenes que con más frecuencia producen neumonía son el Streptococcus pneumoniae, Staphylococcus aureus, Legionella y Haemophylus influenzae. Los virus, como los de la gripe y la varicela, pueden ser también agentes causales. El Mycoplasma pneumoniae es una causa particularmente frecuente de neumonía en niños mayores y en adultos jóvenes.

El consumo de alcohol, el tabaquismo, la diabetes, la insuficiencia cardíaca y la EPOC son factores predisponentes. Los niños y las personas de edad avanzada tienen mayor riesgo de desarrollarla, así como los individuos con alteraciones del sistema inmunitario.

Se clasifican en extrahospitalarias, si se desarrollan en la población general o hasta las 72 horas del ingreso hospitalario, o intrahospitalarias, si se presentan en el paciente ingresado por otra patología.


SINTOMATOLOGÍA:

La presentación típica de una neumonía extrahospitalaria consiste en un cuadro agudo de fiebre, escalofríos, tos productiva y dolor tipo pleurítico, con elevación del recuento de leucocitos en sangre periférica.

La forma denominada atípica se presenta de manera subaguda, con fiebre, cefalea (dolor de cabeza), mialgias (dolor muscular), artralgias (dolor articular) y tos seca.

La clínica de las neumonías intrahospitalarias queda solapada por la enfermedad de base, por lo que debe sospecharse en pacientes con fiebre y aparición de nuevos infiltrados radiológicos.


DIAGNÓSTICO:

En general, se basa en la historia clínica y el examen radiológico.

El diagnóstico del microorganismo causal sólo puede certificarse con procedimientos como el examen de esputo, el cultivo de muestras de sangre (hemocultivo) y la fibrobroncoscopia. En general, los procedimientos invasivos no se utilizan regularmente, ya que en un alto porcentaje de neumonías de la comunidad no se llega a conocer el germen involucrado.


TRATAMIENTO:

Está basado en los antibióticos. La elección del antibiótico adecuado depende del tipo de neumonía (intra o extrahospitalaria), la forma de presentación (típica o atípica), la presencia de factores de riesgo para gérmenes no habituales (ancianos, EPOC, formas graves de presentación, etc.) y la posibilidad de aislamiento del microorganismo.

El cáncer de pulmón representa la primera causa de muerte por cáncer. La supervivencia de 5 años después del diagnóstico es menor del 50% en casos de enfermedad localizada, y menor del 25% si está extendida.

Se reconocen cuatro variedades fundamentales: carcinoma de células pequeñas, adenocarcinoma, carcinoma escamoso y carcinoma de células grandes.


CAUSAS:

Existe una clara relación con el tabaquismo. El riesgo relativo es 10 veces mayor en fumadores de cigarrillos y 1,5 veces mayor en fumadores pasivos. Entre los no fumadores, es más frecuente el adenocarcinoma.


SINTOMATOLOGÍA:

Los síntomas pueden permanecer silentes durante meses.

Los tumores de localización central aparecen como masas tumorales que afectan a bronquios grandes. Clínicamente, pueden dar tos con expectoración hemoptoica (expectoración con trazas de sangre).

Los de mayor tamaño pueden dar lugar a atelectasias (colapso de una región pulmonar periférica o bien de todo el pulmón) por obstrucción de la luz bronquial.

Los de localización periférica generalmente dan síntomas en fases avanzadas, normalmente derrame pleural maligno.

La afectación de estructuras vecinas puede dar lugar a obstrucción traqueal, disfagia, disfonía por compresión del nervio recurrente laríngeo, parálisis del nervio frénico, síndrome de la vena cava superior, etc.

Son frecuentes las metástasis por vía sanguínea y los síndromes paraneoplásicos.


DIAGNÓSTICO:

Se realiza mediante análisis anatomopatológico de una muestra de tejido, generalmente obtenido mediante fibrobronscopia.

La extensión de la enfermedad se evalúa mediante tomografía axial computarizada, resonancia magnética nuclear, gammografía ósea, mediastinoscopia, mediastinostomía y toracoscopia.


TRATAMIENTO:

Si la neoplasia (tumor formado por la multiplicación o crecimiento anormal de las células) no es del tipo de células pequeñas, el tratamiento de elección es el quirúrgico, siempre y cuando se cumplan determinados criterios de estadificación del tumor (grado de diseminación) resecabilidad (posibilidad de extirpar todo el tumor) y operabilidad (evaluación de si el paciente es capaz de resistir la cirugía y sus consecuencias).

La presencia de metástasis a distancia, afectación del nervio frénico, invasión traqueal, derrame pleural maligno, son algunos criterios de irresecabilidad que pueden ser evaluados por el médico tratante.

La base del tratamiento del cáncer de células pequeñas es la quimioterapia.
En ocasiones, se asocia tratamiento quirúrgico a radioterapia. 

La faringitis es una inflamación de las membranas mucosas y del tejido linfoide de la faringe, normalmente como resultado de una infección.


CAUSAS:

Es causada comúnmente por infecciones bacterianas o virales, como el virus de la gripe, Streptococcus pyogenes o Micoplasma pneumoniae. Ocasionalmente, la causa es la difteria o Candida albicans.


SÍNTOMATOLOGÍA:

El síntoma principal es el dolor de garganta. También hay fiebre, dolor muscular y dolor al tragar.


DIAGNÓSTICO:

Se lleva a cabo mediante un examen médico y, si este lo cree conveniente, realizará un cultivo faríngeo.


TRATAMIENTO:

Las gárgaras con agua tibia y salada son un remedio habitual. También son útiles los fármacos analgésicos, los líquidos, las pastillas para la garganta y los anestésicos tópicos. Si un estudio rápido o los resultados de los cultivos identifican estreptococos, la penicilina o la eritromicina suelen ser curativas. 


Trastorno permanente y lentamente progresivo, caracterizado por una disminución el flujo en las vías aéreas, causado por la existencia de bronquitis crónica y enfisema pulmonar.

La bronquitis crónica es una entidad clínica definida por la presencia de tos y expectoración durante más de 3 meses al año, durante 2 o más años consecutivos.

El enfisema pulmonar es un concepto anatomopatológico caracterizado por el agrandamiento anormal y permanente de los espacios aéreos más allá del bronquiolo Terminal, asociado a destrucción de las paredes alveolares.

La limitación del flujo aéreo espiratorio se produce por lesión de la pequeña vía aérea por inflamación y fibrosis, junto con la destrucción de la arquitectura alveolar. La dificultad en la espiración se traduce en hiperinsuflación pulmonar.

El principal factor de riesgo para la EPOC es el tabaquismo, que actúa alterando la motilidad ciliar, inhibiendo la función de los macrófagos, produciendo hipertrofia hiperplasia glandular y broncoconstricción aguda. Además se han señalado factores genéticos (déficit de alta-1-antitripsina), la exposición laboral y el tabaquismo pasivo.


SINTOMATOLOGÍA:

Los síntomas aparecen a partir de los 45 a 50 años en individuos susceptibles que han fumado alrededor de 20 cigarrillos al día durante 20 años o más.

Característicamente, los pacientes presentan tos crónica, productiva, de predominio matutino, expectoración mucosa o mucopurulenta, ruidos bronquiales (sibilancias) y sensación de falta de aire (disnea).

Es frecuente la evolución con agudizaciones por infecciones respiratorias.
En estadios avanzados, se observa disnea en reposo o al esfuerzo mínimo, edemas en los tobillos. A la exploración física, destaca un tórax insuflado, la coloración azulada de la piel (cianosis), y el aumento de tamaño del hígado.


DIAGNÓSTICO:

Se basa en el cuadro clínico y la radiografía de tórax.

El diagnóstico de certeza se obtiene demostrando una obstrucción no reversible del flujo aéreo mediante espirometría.


TRATAMIENTO:

El abandono del tabaco y la administración de oxígeno de forma continua (al menos 15 horas al día) son medidas que han demostrado mejorar la sobrevida en estos pacientes.

El tratamiento farmacológico consiste en la administración de agentes capaces de relajar el músculo liso bronquial produciendo broncodilatación.

En los casos de agudización por infección respiratoria, pueden ser útiles los antibióticos.

Es necesaria la vacunación antigripal y antineumocóccica. 

La hipertensión pulmonar es una entidad definida por la elevación de la presión media de la arteria pulmonar mayor de 25mm/Hg durante el reposo o mayor de 30mm/Hg durante el ejercicio. Existe hipertensión pulmonar primaria e hipertensión pulmonar secundaria.


CAUSAS:

La hipertensión pulmonar primaria es poco frecuente y de causa desconocida. Se produce por afectación de los vasos pulmonares de pequeño calibre (arterias musculares pequeñas y arteriolas).

La hipertensión pulmonar secundaria es más frecuente y generalmente se producen en el contexto de enfermedades respiratorias o cardiovasculares crónicas que cursan con bajos niveles de oxígeno en sangre (hipoxemia). La causa más frecuente es la EPOC y otras causas son la hipertensión portal, infección por virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), fármacos, cocaína, exposición crónica a grandes alturas, etc.

La hipoxemia induce constricción de la vasculatura pulmonar (para mantener el equilibrio del intercambio gaseoso), que, junto con el remodelado de la pared vascular y la trombosis, mantienen el aumento de la presión arterial pulmonar.


SINTOMATOLOGÍA:

En la hipertensión pulmonar primaria el síntoma más frecuente es la disnea (dificultad para respirar) progresiva, aunque pueden pasar unos años hasta que el paciente la refiera. También se observa fatiga y debilidad junto con dolor torácico y, en ocasiones, puede empezar con un síncope (pérdida repentina del conocimiento y de la sensibilidad, debida a la suspensión súbita y momentánea de la acción del corazón) o hemoptisis (expectoración de sangre proveniente de la tráquea, los bronquios o los pulmones).

En la hipertensión pulmonar secundaria, los síntomas se superponen a los del proceso causal.


DIAGNÓSTICO:

El examen físico, la radiografía de tórax y el electrocardiograma evidencian la repercusión de la elevada presión pulmonar sobre el sistema cardiorrespiratorio.

El ecocardiograma permite estimar los valores de presión sistólica, diastólica y media del tronco arterial o arteria, pulmonar, evaluar la afectación del ventrículo derecho y descartar causas secundarias.

El cateterismo cardíaco es útil para medir directamente la presión arterial pulmonar, así como para descartar otras causas secundarias.


TRATAMIENTO:

La hipertensión pulmonar primaria es una enfermedad progresiva para la que no se dispone de tratamiento curativo. Se utilizan vasodilatadores que actúan sobre la circulación pulmonar y anticoagulantes. y se indica el trasplante pulmonar en pacientes con insuficiencia cardíaca derecha severa que no responde al tratamiento médico.

Acumulación anormal de líquido en el espacio pleural. Puede ser: trasudado (cuando se produce por aumento de la presión de los capilares de la pleura, por disminución de la presión oncótica plasmática) o exudado (cuando se produce por aumento de la permeabilidad de los capilares o por disminución del aclaramiento linfático, existiendo afectación directa de la pleura).

Se denomina empiema al líquido pleural de aspecto purulento, debido al alto contenido de leucocitos. También se llama empiema al líquido pleural de aspecto no purulento, en el que se identifica (por función o cultivo) la presencia de algún germen.


CAUSAS:

Las causas más frecuentes del trasudado son: insuficiencia cardíaca, cirrosis hepática, síndrome nefrótico y, más raramente, mixedema.

Los exudados aparecen generalmente en el contexto de infecciones pleuropulmonares, cáncer, tromboembolismo pulmonar, postoperatorios, pancreatitis, enfermedades del colágeno, etc.


SINTOMATOLOGÍA:

Es común el dolor de tipo pleurítico, referido como un dolor torácico agudo, tipo puñalada que se exacerba con la inspiración (dolor en punta de costado), y si el derrame es importante, puede presentar disnea. Además, los derrames de etiología infecciosa cursan con fiebre.


DIAGNÓSTICO:

La radiografía de tórax y la ecografía determinan la localización, magnitud y movilidad del derrame.

El análisis bioquímico, microbiológico, citológico y anatomopatológico de una muestra del líquido obtenido por punción (toracocentesis) permitirá la etiología infecciosa específica y la presencia de células cancerígenas.
En determinadas ocasiones será necesaria una biopsia pleural.


TRATAMIENTO:

Los empiemas requieren drenaje pleural mediante tubo de drenaje. Si fracasa, por la tabicación del espacio pleural puede procederse a la instilación intrapleural de fibrinolíticos a través del tubo de drenaje para facilitar la salida del pus. Otro procedimiento es la decorticación, que implica una toracotomía (procedimiento quirúrgico para abrir el pecho con el propósito de acceder a los pulmones, esófago, traquea, aorta, corazón o diafragma) con evacuación completa del pus existente, así como de la coraza pleural.

La pleurodesis consiste en la aplicación de un material irritante (talco, tetraciclina o bleomicina) entre las dos capas de la pleura (parietal y visceral) con el objetivo de producir una reacción infamatoria que dé como resultado la unión de ambas capas y se utiliza en el tratamiento sintomático de derrame pleural de origen neoplásico. 


El cáncer de laringe es el más frecuente de los tumores de cabeza y cuello, y es más frecuente en varones. Generalmente, es un carcinoma epidermoide, y hay formas vegetantes, ulceradas e infiltrantes.


CAUSAS:

Se relaciona directamente con el tabaquismo y el consumo de alcohol.


SINTOMATOLOGÍA:

Habitualmente, se localiza sobre las cuerdas vocales, por lo que provoca disfonía persistente (más de 2 o 3 semanas). También se puede presentar con sensación de hormigueo en faringe o disnea (sensación de falta de aire).


DIAGNÓSTICO:

Ante la sospecha clínica, se realiza laringoscopia y toma de biopsia.


TRATAMIENTO:

Si se encuentra en un estadio precoz, el tratamiento consiste en cirugía o radioterapia. Cuando las cuerdas vocales resultan afectadas, suele preferirse la radioterapia, ya que generalmente preserva el tono normal de voz.

Los estadios avanzados requieren de extirpación parcial o total de la laringe (laringectomía parcial o total) con radioterapia. 


La rinitis es una inflamación de la mucosa que recubre las fosas nasales


CAUSAS:

Puede deberse a infecciones virales (catarro común), alergia, por hiperfunción parasimpático (rinitis vasomotora), asociada al embarazo, a ambientes secos, a la contaminación (rinitis seca anterior) y atrófica (ocena).


SINTOMATOLOGÍA:

El catarro común cursa con rinorrea (goteo nasal) y disminución del olfato junto con los síntomas de un cuadro gripal.

La rinitis alérgica puede deberse a una gran variedad de alérgenos y se presenta con estornudos en salvas, rinorrea, obstrucción nasal y prurito nasal u ocular.

La rinitis vasomotora es desencadenada por cambios de temperatura, agentes irritantes, hipotiroidismo y anticonceptivos orales.

La rinitis seca presenta lesiones costrosas y signos de sangrado.

La ocena es un tipo de rinitis atrófica que presenta costras de olor fétido y anosmia (ausencia de olfato).

La repetición de episodios de rinitis aguda puede generar una rinitis crónica hipertrófica con aumento del tamaño del cornete inferior.


DIAGNÓSTICO:

Generalmente, el examen clínico es suficiente.

 
TRATAMIENTO:

El catarro común requiere tratamiento con descongestionantes, antiinflamatorios y antitérmicos.

En la rinitis alérgica, además de evitar el contacto con el alérgeno, son útiles los descongestionantes, los antihistamínicos y los corticoides de uso tópico.

La rinitis vasomotora puede requerir tratamiento sobre el nervio vidiano (neurectomía o criocirugía).

Las rinitis secas requieren de abundante hidratación y pomadas oleosas.
En la rinitis crónica hipertrófica puede indicarse la cirugía del cornete inferior.


El asma es una enfermedad crónica de la vía aérea, que se caracteriza por una limitación reversible al flujo aéreo y episodios recurrentes de espasmo bronquial.


CAUSAS:

Entre los factores causales se encuentran los alérgenos (ácaros, epitelio de animales domésticos como gatos o perros, pólenes y hongos), y factores como el ejercicio físico, los gases irritantes, las infecciones virales y la toma de ácido acetilsalicílico u otros antiinflamatorios no esteroideos pueden precipitar el asma.

Por último, un mecanismo inflamatorio, mediado por inmunoglobulina E, citoquinas, leucotrienos y otros mediadores de la respuesta inflamatoria, junto con una alteración del control neural (simpático y parasimpático) de la vía aérea, han sido señalados como responsables de la patogenia de la enfermedad.


SINTOMATOLOGÍA:

Entre los síntomas típicos destacan la disnea (sensación de falta de aire), sibilancias (sonido característico, semejante a un silbido, producido por el paso del aire por la vía aérea estrechada) y tos.


DIAGNÓSTICO:

Las sibilancias al examen físico son características, aunque inespecíficas. El diagnóstico se confirma mediante espirometría al detectar una obstrucción del flujo aéreo reversible tras la administración de un broncodilatador de acción rápida por vía inhalatoria. También puede realizarse una prueba de estimulación con metacolina, histamina o ejercicio, para detectar hiperreactividad bronquial.


TRATAMIENTO:

El tratamiento crónico de estos pacientes se basa en la inhalación de broncodilatadores estimulantes beta de acción prolongada y antiinflamatorios (corticoides). Se aconseja el empleo de estimulantes beta de acción rápida a demanda.
Otros fármacos que se pueden utilizar son cromoglicato disódico, nedocromil y las teofilinas.

En las reagudizaciones, se pueden utilizar estimulantes beta de acción corta, corticoides sistémicos e inhalados, anticolinérgicos inhalados y teofilinas de acción corta.

En casos severos, puede ser necesaria la hospitalización.


La inspiración es el proceso por el que el oxígeno entra en el organismo y llega a los alvéolos pulmonares. En ellos, mediante un mecanismo de difusión, el oxigeno se difunde a través de la membrana alveolar y se incorpora a los glóbulos rojos, mientras que el dióxido de carbono que estos traen desde las células del organismo realiza el proceso inverso y se incorpora al aire contenido en los alvéolos.

La espiración es la fase en la que el aire cargado de dióxido de carbono es expulsado al exterior.


Pero además de está función, en el aparato respiratorio se realiza otra función esencial para el ser humano, que es la emisión de voz o fonación. Esta se efectúa gracias a unas estructuras situadas en la laringe, que son las cuerdas vocales.

jueves, 27 de enero de 2011

organos del sistema respiratorio

Órganos del Sistema Respiratorio y Función
Nariz:
Posee dos orificios llamados nares. Dentro de los nares, encontramos a los cilios, que sirven para oler. También están las fosas nasales que están separadas por el tabique.  La función de la nariz es humedecer, calentar y purificar el aire inspirado.
Tráquea:
Está situada en las primeras seis vértebras cervicales. Es un órgano común al aparato digestivo y al respiratorio ya que conduce al alimento desde la boca al esófago, por otro lado conduce el aire procedente de las fosas nasales a la laringe. También se puede decir que es un conducto semicircular de 12 centímetros de largo formado por 20 anillos cartilaginosos. Su superficie está revestida con una película de moco, en el cual se adhieren partículas de polvo que atravesaron las vías respiratorias superiores.  Además, este moco actúa como bactericida.
Laringe:
Tiene forma de tubo y sus paredes están reforzadas por cartílago. En el interior se hallan las cuerdas vocales por lo que se considera a la laringe "el órgano productor de sonido". Además es un órgano móvil ya que se mueve con la fonación, la voz y la deglución.
Bronquios:
Son las diversas ramificaciones del interior del pulmón, terminan en los alvéolos pulmonares que tienen a su vez unas bolsas más pequeñas o vesículas pulmonares, están rodeadas de una multitud de capilares por donde pasa la sangre y se purifica y se realiza el intercambio gaseoso.
Alvéolos:
Son pequeños sacos en donde se produce la hematosis, proceso en cual los glóbulos rojos absorben oxígeno y se liberan del dióxido de carbono.
Pulmones:
Son dos masas esponjosas de color rojizo rodeados del pleura, situadas en el tórax a ambos lados del corazón, el derecho tiene tres partes o lóbulos; el izquierdo tiene dos partes. Contienen aproximadamente 300 millones de alvéolos.
Diafragma:
Es un músculo que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal, al contraerse permite la entrada de aire a los pulmones.


miércoles, 26 de enero de 2011

Aparato respiratorio.

Integrantes: Garcia Yuleisy. Rojas Maria. Graterol Betsi.
                                                           

                                                              concepto de aparato respiratorio:


El Sistema Respiratorio es el responsable de aportar oxígeno a la sangre y expulsar los gases de desecho, de los que el dióxido de carbono es el principal constituyente, del cuerpo. Las estructuras superiores del sistema respiratorio están combinadas con los órganos sensoriales del olfato y el gusto (en la cavidad nasal y en la boca) y el sistema digestivo (desde la cavidad oral hasta la faringe).
 El sistema respiratorio está formado por la nariz, laringe, tráquea, bronquios, pulmones, bronquiolos y alvéolos pulmonares y el diafragma.